Otra vez almorzamos en lo de Cori, los invité a casa, pero
ya tenían el fuego encendido. Sofi, Bastian y Wolle habían ido a pasear a Punta
Negra. Pasé a ver cómo estaba la casa de Ale. De noche tomamos unas caipirinhas en casa. Bastian estuvo muy feliz, le
encanta el campo.
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