Como Sofía
aún no está bien, no fuimos a la playa –a mí ir sola no me seduce, además el
día no parecía muy lindo. El tiempo sigue raro, se nubla, hay viento y se pone
fresco, sale el sol, te asás. Tampoco me sentía muy bien, mi panza estaba
extraña.
De tarde
empecé a sentirme mal yo también, con náuseas y dolor de panza. Dolor de
cabeza. Iba a ir a Punta del Este a lo de Alejandra González Soca, que estaba
cumpliendo años. Ya tenía mi programa organizado, y las náuseas me dejaron
tirada en una cama. Por suerte Sofi tenía el medicamento que había usado cuando
Bastian tuvo la enterocolitis en Alemania, que me hizo mucho bien, se me fue la
náusea. Pero me quedé en casa, con ganas de paseo, de ver a Ale, a Dany, a
gente que quiero.
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