Pasé el día con mi madre, hizo muchísimo calor. Cualquier
movimiento me agobiaba. No pude ni siquiera sacarla a pasear en la camioneta,
que no tiene aire acondicionado y e pareció que iba a ser como dar un paseo en
un horno. El calor me baja la presión y me deja súper tirada, no puedo moverme.
De tardecita, cuando el sol ya no estaba tan caliente, bajé al jardín del
edificio, corría un aire fresco maravilloso que me dio un respiro. A mi madre
le dio frío así que tuve que cambiarme a un lugar protegido y caliente. A las
ocho llegó Julio a buscarme y volvimos a la chacra. Hicimos un asado con Ale y
Sofi.
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