viernes, 13 de febrero de 2015

31 de enero de 2015, sábado.



Se rompió mi cámara de fotos. Por fin, debería decir, porque hace tiempo que no la quiero más, pero no pensaba cambiarla antes de que se estropeara, va contra mi repugnancia al consumo. Pero justo ahora, me cae mal que se rompa. Tengo mucho que hacer para dedicarme a elegir una cámara nueva, estoy pagando muchos arreglos de la chacra y preferiría no comprarme una cámara nueva. Pero la calidad de las fotos que saca mi teléfono es horrible. Bueno, no sé si es tan horrible o el problema es que no puedo (en realidad no sé hacerlo) bajarlas y entonces me las mando por mensaje de texto, y capaz que ahí les baja la resolución. No sé. La cosa es que me complica y lo último que tengo es ganas de pensar en eso. Puf. 



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