Me quedé en
Maldonado, a almorzar con mamá. Volví super bajoneada, como siempre. Además,
decidí no llevar más la compu, porque aunque a veces trabajo en el viaje, a
veces también me duermo. Y pesa mucho. Y perdí el mouse, y no sé trabajar con
touch-pad. Me sale todo mal, me enerva. Y llamé como a 5 lugares de COT, y
nadie devolvió ningún mouse. No es que sea tan caro ni que me gustara mucho mi
mouse, en realidad era bastante feo, si pensamos en el diseño, ningún diseño.
Era grande, negro. Pero funcionaba, y lo que me molesta es el hecho, que
alguien lo encuentre y no lo devuelva. Y por otro lado me da rabia consumir. Y
ser tan boluda, claro, haberlo dejado en el asiento como una boluda. También me
embola ir a comprarlo, perder tiempo, elegir uno, y eso, todo lo que implica ir
a comprar algo: salir, averiguar, elegir, decidirse, pagarlo, retirarlo, y
volver. Probarlo en la compu. Que funcione. Bueno, no voy a llevar más la
compu, voy a llevar un libro y tá.
Esta vez,
dormí todo el viaje. Incómoda.
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