Fue la entrega del
catálogo de Maggie, ídola! En el Museo Figari. Lleno de gente, como era de esperaar, a Maggie la queremos todos y todos admiramos su obra. Me volví a casa con Mark y con
Jaque. Después fuimos a cenar con Caro, Luna y Natal. Julio se había ido a un
casamiento, y Sofi y Bastian habían ido a un cumple. Cuando llegué a casa, no
había nadie. Me gusta llegar a la casa y que no haya nadie, que esté todo
silencioso, siento como si la casa me recibiera, me cobijara. Las luces en los
patios –que siempre las dejo encendidas-, la palmera iluminada, las plantas, la
claraboya enorme y solitaria. Me gusta. Me quedé un rato sentada en el jardín,
sola, en la oscuridad. El aire era fresco, agradable.
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