Julio hizo un puchero en honor a Gaby. Quedó muy muy rico, exquisito,
e hizo todo eso mientras nosotras trabajábamos en difusión y coordinábamos con
los montajistas, y con Tito, por el tema de los ploteos, y esperábamos la hora para encontrarnos con ellos en el museo.
También trabajamos un montón en el blog entrañable, estaba muy desordenado y un
poco abandonado, y ya lo había subido a la nube, pero como es un trabajo en
progreso, admite correcciones. Tuvo. Muchas. Gaby me ayudó un montón, como estaba
imbuida en el proyecto total hubo cosas que se me escaparon o que para mí eran
claras y realmente no había aclarado bien, sin ponerme en el lugar de quien no
tiene idea de qué se trata todo. Gracias a los comentarios de un conocido, me di
cuenta de que no había entendido nada, y que el problema no era que él no fuera
muy inteligente –que lo es-, el problema era que no se entendía bien. Me ayudó un
montón ese comentario, y otros de otra gente.
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