Trabajé con Vero en casa, antes de irme a Maldonado.
Fui a Maldonado y volví. Cuando salí de casa llovía mucho. Cuando llegué a Maldonado había sol. Dos horas de viaje, 4 horas allá y
dos horas más de viaje, son ocho horas. Y me dejé los lentes en casa. Mmmmmmmmm…
A la vuelta, recibí un mensaje de Gaby que me hizo revisar
el correo: ahí estaba la respuesta a nuestras sugerencias sobre el diseño: no
se pueden hacer cambios. Uy qué bajón, estando cansada como estaba después de
pasar una tarde en Maldonado y de soportar cuatro horas de viaje mirando al
vacío sin poder leer ni siquiera alguna pelotudez del teléfono.
Estoy mejor del resfrío y de la tos. Que felicidad más
simple.
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