martes, 25 de agosto de 2015

20 de agosto de 2015, jueves.



Ya el día de la inauguración y faltaban cosas. Estuvimos desde la mañana en el museo. Al mediodía llegó Tito con los ploteos que faltaban. Cuando intentamos encender el video no hubo caso, el video no funcionó más. Pensamos que era una tontería, la noche anterior el electricista del MEC había estado arreglando unas luces de la antesala y apagó la llave de la sala. El reproductor de video se había apagado, pero no le dimos importancia, todo había funcionado bien hasta ese momento, y aunque los chicos del museo habían intentado encenderlo, pensamos que Infanzón, que era quien lo había instalado lo encendería sin problemas. Pero no. Cuando llegó Infanzón entramos en crisis, no funcionaba y no funcionaba. Gaby y yo estuvimos hasta las 3 de la tarde, mirando sin poder solucionar nada, con la sensación de que nadie tenía idea qué pasaba, y que no había solución. Nos fuimos, muy estresadas. No sabíamos si era el reproductor, o el proyector. Un bajón. Todos estábamos pendientes de eso, los últimos detalles estaban listos y a 4 horas de la inauguración no había imagen de video. Puf. Y el audio del video también tenía problemas, había un canal de audio que no salía por los auriculares, no se escuchaba.
En fin, de noche, todo estaba bien. Estuvimos de montaje una semana, y pese a todo, llegamos a la inauguración con estrés, sin estar seguras de que todo estuviera funcionando.


















 








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