Estuvimos en Aeroparque a la hora señalada, nos fuimos en un
taxi. Felices de estar ahí, de comenzar un viaje tan esperado. No muy
planificado, con Gaby siempre convinimos en dejar fluír, si bien teníamos
alojamiento reservado –en la ciudad de Córdoba- el resto era un ir hacia lo que
deviniera. Y seguras de que lo que devendría iba a ser lo que buscábamos.
Fuimos hacia las no certezas.
Llegamos a Córdoba en
un vuelo tranquilo, nos tomamos un taxi para ir al apartamento de Federico, a
quien habíamos contactado por internet. Dejamos el equipaje y salimos (él
estaba limpiando el apartamento que acababa de quedar libre). Nos fuimos a
recorrer la ciudad, siguiendo las indicaciones que nos dio. Llegamos a la parte
antigua, después de almorzar unos sándwiches en un boliche que encontramos al
pasar y que nos despertó el apetito. Recorrimos la ciudad. Bellísima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario